Las pérdidas en los principales índices bursátiles de Estados Unidos están generando un aumento de la volatilidad global, con efectos indirectos sobre países emergentes, entre ellos Paraguay.
El comportamiento de Wall Street, en particular del índice S&P 500, que ha registrado una caída acumulada del 20 % desde su punto máximo reciente, refleja un entorno de mayor incertidumbre en los mercados internacionales.
Uno de los canales a través del cual podría sentirse el impacto en Paraguay es el tipo de cambio. En contextos de elevada aversión al riesgo, suele observarse una salida de capitales desde economías emergentes hacia activos considerados más seguros, lo que puede generar presiones sobre monedas locales frente al dólar.
Paraguay, pese a tener una estructura cambiaria relativamente estable, podría registrar movimientos en su mercado cambiario si se profundiza la depreciación de monedas regionales.
La caída en los mercados bursátiles también podría ir acompañada de un aumento en los rendimientos de bonos del Tesoro estadounidense, lo que elevaría el costo del financiamiento externo.
Este escenario podría traducirse en condiciones crediticias más exigentes para países y empresas que dependen del financiamiento internacional, especialmente si se percibe un deterioro en las perspectivas económicas globales.
Las previsiones de crecimiento pueden verse revisadas en función del impacto que tenga la caída bursátil sobre los precios internacionales de materias primas, como los productos agrícolas o energéticos, de los que Paraguay depende en gran medida para sus exportaciones.
Una caída sostenida en los precios de estos bienes podría afectar los ingresos externos, la recaudación tributaria y los niveles de inversión privada en el país.
Si bien el sistema financiero paraguayo presenta niveles de solvencia y liquidez adecuados, un entorno externo más incierto puede influir en el comportamiento del crédito, la demanda de depósitos en moneda extranjera y las decisiones de inversión institucional.