El mercado de divisas, conocido como Forex (Foreign Exchange), es el espacio global donde se realiza la compraventa de monedas extranjeras.
Este sistema opera de forma descentralizada y está considerado como uno de los más activos en volumen de operaciones diarias.
La información fue extraída de informes de entidades financieras y portales especializados en mercados internacionales.
Las transacciones en el mercado forex consisten en intercambiar una moneda por otra, en pares como EUR/USD o USD/JPY.
Las operaciones se ejecutan principalmente por medio de plataformas electrónicas y se realizan durante las 24 horas del día, cinco días a la semana, sin una sede física única.
La cotización de cada moneda se determina por la relación de oferta y demanda, influida por factores económicos, políticos y geopolíticos, además de políticas monetarias y tasas de interés.
En el mercado de divisas intervienen diversos actores, como bancos centrales, entidades financieras, empresas multinacionales, fondos de inversión y operadores individuales.
El acceso a este mercado puede darse mediante intermediarios o brókers en línea, que ofrecen plataformas con herramientas específicas para realizar operaciones de compra y venta.
Para operar, se requiere la apertura de una cuenta en una firma autorizada y disponer de un capital inicial, cuyo monto varía según la entidad seleccionada.
Las operaciones en forex pueden clasificarse como spot, forward o swap, entre otras. Las más comunes en el ámbito minorista son las del tipo spot, donde la ejecución de la compra o venta se realiza casi de inmediato.
Los participantes pueden utilizar márgenes y apalancamiento, que permiten operar con montos superiores al capital disponible, lo que incrementa la exposición al mercado.
Esta característica requiere de una gestión de riesgo adecuada.
Quienes participan del forex recurren a métodos de análisis técnico y fundamental.
El primero se basa en gráficos e indicadores matemáticos para identificar tendencias, mientras que el segundo considera datos económicos, informes de política monetaria y eventos internacionales.
Cada operador elige su estrategia en función del horizonte temporal de sus operaciones, que puede variar entre posiciones de muy corto plazo (scalping) o de semanas (swing trading).