Según el Banco Mundial, se prevé que el crecimiento mundial se mantendrá estable en un 2,6 % este año, en medio de presiones inflacionarias persistentes.
Los bancos centrales continuarán siendo cautelosos con respecto a la flexibilización de la política monetaria, lo que resultará en tasas de interés significativamente más altas que antes de la pandemia.
Durante el período de previsión, se espera que el crecimiento global permanezca alrededor de medio punto porcentual por debajo del promedio registrado entre 2010 y 2019. La alta deuda y los elevados costos del servicio de la deuda subrayan la necesidad de equilibrar las demandas de inversión con la sostenibilidad fiscal.
Para fomentar el crecimiento a largo plazo, es crucial implementar políticas que mejoren la productividad, aumenten la eficiencia de la inversión pública, desarrollen capital humano y reduzcan las disparidades de género en el mercado laboral.
Aunque las perspectivas económicas varían entre las regiones de mercados emergentes y economías en desarrollo, se anticipa una disminución del crecimiento en la mayoría de ellas en 2024.
Las desaceleraciones observadas este año en Asia oriental y el Pacífico, Europa y Asia central, América Latina y el Caribe, y Asia meridional se deben, en parte, a la ralentización de la actividad en sus principales economías.
En otras regiones, se espera que el crecimiento repunte este año, aunque de manera menos fuerte de lo anticipado anteriormente.
El crecimiento se consolidará el próximo año en la mayoría de las regiones a medida que la política monetaria se vuelva menos restrictiva y el comercio mundial se fortalezca.
Para América Latina y el Caribe, se prevé que el crecimiento disminuirá al 1,8 % en 2024, con una recuperación esperada que alcanzará el 2,7 % en 2025.
Este descenso refleja, en parte, la desaceleración de la actividad en las principales economías de la región.
Los riesgos que podrían afectar las perspectivas económicas incluyen tensiones geopolíticas, una mayor fragmentación del comercio y condiciones financieras globales más restrictivas de lo esperado.
Además, los desastres naturales relacionados con el cambio climático y un crecimiento más débil de lo previsto en China también presentan riesgos que podrían hacer que los resultados sean inferiores a las proyecciones.
Proyecciones para otras regiones