Según un comunicado del Banco Central de Brasil, la entidad financiera elevó su tasa de interés de referencia al 10,75%, marcando el primer aumento desde 2022 y divergente de la tendencia mundial de reducción.
El aumento responde a un incremento en el consumo y a expectativas de inflación superiores al objetivo establecido. Estas condiciones han llevado a las autoridades monetarias a actuar en sentido contrario a la Reserva Federal de Estados Unidos y a otros bancos centrales de la región.
La decisión de subir la tasa en un cuarto de punto porcentual coincidió con las previsiones de 31 de los 35 economistas consultados en una encuesta de Bloomberg.
El banco central no ofreció orientación específica sobre futuras medidas en política monetaria.
El incremento del gasto público y un mercado laboral ajustado están generando presiones inflacionarias y aumentando el consumo.
Los analistas estiman que la inflación podría mantenerse al menos medio punto porcentual por encima del objetivo del 3% fijado por el banco central hasta 2027.
La decisión del Banco Central de Brasil se produjo poco después de que la Reserva Federal redujera su tasa de interés de referencia en medio punto porcentual, iniciando un cambio de política orientado a fortalecer el mercado laboral estadounidense.
Este contraste destaca las diferentes estrategias adoptadas por las autoridades monetarias en respuesta a sus respectivas condiciones económicas.