Según informó Bloomberg, el Banco de Japón decidió mantener sin cambios su tasa de interés oficial en torno al 0,25%, reduciendo las expectativas de un aumento en octubre.
El gobernador del Banco de Japón emitió un mensaje de cautela, indicando preocupaciones sobre la volatilidad en los mercados tras la subida de tasas realizada en julio.
El yen registró una caída del 0,9% frente al dólar, situándose en 143,95 en Tokio. Esta depreciación lo convirtió en la moneda con peor desempeño entre los países del G10 durante el viernes.
Los swaps indexados a un día reflejaron bajas probabilidades de que el Banco de Japón aumente las tasas en su reunión de octubre, señalando un 30% de probabilidad de incremento en diciembre.
En una semana intensa para los bancos centrales, donde la Reserva Federal de Estados Unidos realizó ajustes en las tasas de interés, la atención se centró en el posible momento de la próxima subida de tasas en Japón.
Expertos sugieren que el Banco de Japón busca evaluar el impacto de sus medidas anteriores y evitar sorpresas en los mercados financieros.