De acuerdo con un comunicado conjunto de los ministerios de Asuntos Exteriores y Agricultura de Brasil, Estados Unidos ha autorizado la importación de aceite de cocina usado desde el país sudamericano.
Esta medida podría intensificar la competencia para los productores y trituradores de soja estadounidenses en el mercado de biocombustibles.
Estados Unidos ha reconocido la certificación internacional de Brasil en cuanto al cumplimiento de ciertas normas sanitarias y técnicas.
Para cumplir con estos requisitos, el gobierno brasileño emitirá una certificación de trazabilidad, identidad y origen del aceite de cocina usado. Esto se enmarca en un esfuerzo por asegurar que las importaciones cumplan con los estándares establecidos.
La entrada de aceite de cocina usado desde Brasil se suma a un aumento de materias primas bajas en carbono, como el aceite usado y el sebo, en el mercado estadounidense.
Este incremento ha presionado los precios del aceite de soja, afectando los márgenes de empresas como Bunge Global SA y Archer-Daniels-Midland Co., y ha puesto en riesgo sus planes de expansión.
En 2023, las importaciones estadounidenses de aceite de cocina usado se triplicaron en comparación con el año anterior, con más de la mitad proveniente de China.
Esto ha generado preocupaciones sobre la autenticidad de algunas importaciones, ya que se sospecha que pueden estar mezcladas con aceites vegetales frescos, lo cual podría comprometer las leyes sobre biocombustibles en EE.UU.
Grupos industriales y ejecutivos del sector de los biocombustibles en Estados Unidos están instando a un mayor escrutinio de las importaciones.
Solicitan mejores métodos para garantizar la pureza del aceite de cocina usado y proponen aumentar los aranceles sobre las importaciones chinas.