Brasil, reconocido como el mayor exportador mundial de naranja, se enfrenta a su cosecha más baja en 36 años. La producción estimada para la temporada actual es de 232.4 millones de cajas, cada una pesando 90 libras, lo que representa una caída del 24% respecto al año anterior.
Una ola de calor severa ha impactado negativamente los cultivos durante los meses cruciales de floración y formación temprana de frutos, específicamente entre septiembre y noviembre del año pasado. Además, el enverdecimiento de los cítricos, una enfermedad que provoca la caída prematura de la fruta de los árboles, ha agravado la situación, reduciendo aún más la expectativa de producción.
La drástica reducción en la producción de naranja de Brasil podría tener un impacto considerable en el suministro mundial, dado que Brasil constituye alrededor del 70% de las exportaciones globales de este producto. Paralelamente, la producción en Florida, otro importante productor, también ha disminuido, lo que complica más el panorama de la oferta global.