Según información publicada en el Boletín Oficial, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha aprobado una ley que establece un marco legal para el hidrógeno bajo en carbono.
No obstante, vetó las disposiciones que habrían otorgado ciertos créditos fiscales.
El nuevo marco, que entrará en vigor el 1 de enero, busca atraer inversiones en la producción de hidrógeno bajo en carbono y sus derivados, con el objetivo de aumentar la competitividad de Brasil en el mercado internacional.
A pesar de esto, Lula vetó el texto que incluía incentivos fiscales, argumentando que contravenían el interés público y generaban imprecisiones legales.
En un mensaje dirigido al presidente del Senado, Rodrigo Pacheco, Lula indicó que el veto contó con el respaldo del Ministerio de Hacienda y del jefe de gabinete.
Se mencionó que las disposiciones vetadas podían violar conceptos establecidos en la legislación financiera y presupuestaria del país.
El hidrógeno verde ofrece a Brasil la posibilidad de diversificar su industria energética y reducir su dependencia del petróleo, especialmente ante una futura declinación de esta industria proyectada para la década de 2030.
Se estima que Brasil podría producir el hidrógeno verde más barato del mundo, sin necesidad de subvenciones.
El presidente señaló que, aunque las intenciones del legislador eran buenas, los incentivos fiscales propuestos podrían haber generado inseguridad jurídica y problemas financieros.
Por esta razón, decidió aprobar el marco legal sin incluir estos beneficios fiscales.