Boeing ha anunciado una serie de cambios significativos en su equipo de liderazgo, marcando un punto de inflexión para el gigante aeronáutico. Dave Calhoun, quien ha liderado la empresa como CEO durante cuatro años, anunció su decisión de dejar el cargo a finales de 2024. Este período ha estado marcado por desafíos considerables, especialmente relacionados con el modelo de avión 737 Max, que ha enfrentado cuestionamientos de seguridad críticos.
Además de la salida de Calhoun, Boeing reveló la renuncia inmediata de Stan Deal, jefe de la división de aviones comerciales, y la no reelección de Larry Kellner como presidente del consejo. Stephanie Pope, quien se desempeñaba como directora de Operaciones, asumirá las responsabilidades de Deal. Estas modificaciones en la cúpula directiva ocurren en un momento donde la compañía busca renovar su compromiso con la seguridad y calidad en la fabricación de sus
aviones.
Bajo la dirección de Calhoun, Boeing logró reintroducir el 737 Max al servicio comercial en 2020, tras una suspensión global causada por dos accidentes fatales. La tarea de restablecer los niveles de producción y superar los obstáculos de calidad ha sido una prioridad, aunque compleja, para la empresa durante este tiempo. Ahora, con la reestructuración de su equipo directivo, Boeing se enfoca en fortalecer los controles de calidad y restaurar la confianza tanto de los consumidores como de los organismos reguladores.