La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reportado un aumento considerable en los casos de cólera a nivel mundial. Desde principios de 2023, se han registrado cerca de 825,000 casos, incluyendo 5,900 muertes, en aproximadamente 30 países. Este aumento representa un incremento significativo en comparación con años anteriores, donde, por ejemplo, en 2022 se notificaron 473,000 casos.
La OMS identifica los cambios climáticos, como sequías e inundaciones, junto con una falta crítica de financiación, como los principales factores que han exacerbado la situación. Estas condiciones climáticas extremas han creado entornos propicios para la propagación del cólera, especialmente en regiones de África y el Mediterráneo oriental.
Las sequías e inundaciones frecuentes en África Oriental y Central han contribuido a la rápida propagación de la enfermedad. Solo en marzo de 2024, Etiopía y Zimbabue registraron los mayores números de casos, con 4,009 y 3,588 respectivamente, destacando la severidad del impacto en estas regiones.
La respuesta global a la epidemia se ha visto limitada por una financiación insuficiente. A pesar de que la OMS ha liberado 16 millones de dólares de sus fondos de emergencia desde 2022, la creciente demanda y la magnitud del brote superan los recursos disponibles. Sin un aumento urgente en la financiación, el apoyo continuo de la OMS podría verse comprometido.
Ante el creciente número de casos, la OMS ha aprobado una versión simplificada de una vacuna oral contra el cólera, conocida como Euvichol-S. Esta nueva formulación permite una producción más rápida y en mayor volumen, lo cual es crucial para responder a la emergencia sanitaria global.
La OMS subraya que las soluciones sostenibles incluyen el acceso a agua potable, saneamiento e higiene adecuados. Estas medidas son fundamentales para erradicar el cólera y prevenir futuros brotes, enfatizando la necesidad de intervenciones estructurales más allá de las soluciones médicas temporales.