Investigadores del Mass General Cancer Center, afiliado a Harvard, han llevado a cabo un estudio que examina cómo las estatinas, comúnmente utilizadas para reducir el colesterol, pueden influir en la prevención de ciertos tipos de cáncer. Los hallazgos se han publicado en la revista Nature Communications.
El estudio investiga cómo las toxinas ambientales, como alérgenos e irritantes químicos, pueden desencadenar una inflamación crónica en la piel y el páncreas, creando una cascada de eventos que pueden llevar al desarrollo del cáncer.
Los investigadores identificaron que las estatinas pueden bloquear esta vía inflamatoria.
En modelos animales, el equipo descubrió que el uso de pitavastatina suprimió la inflamación inducida ambientalmente en la piel y el páncreas, previniendo así el desarrollo de cánceres asociados con la inflamación crónica.
Además de los estudios en animales, se examinaron muestras de tejido humano y se analizaron datos epidemiológicos de registros médicos electrónicos de más de 200 millones de personas en América del Norte y Europa.
Se encontró una relación significativa entre el uso de pitavastatina y la reducción del riesgo de pancreatitis crónica y cáncer de páncreas.
El estudio mostró que las toxinas ambientales activan dos vías de señalización conectadas, las cuales llevan a la producción de la proteína interleucina-33 (IL-33), que estimula la inflamación.
La pitavastatina bloquea la activación de estas vías, suprimiendo la producción de IL-33 y, por ende, la inflamación.