Un reciente estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard y la Universidad de Kansas ha arrojado luz sobre cómo ciertas profesiones, específicamente en los campos de la medicina y el derecho, pueden influir en los resultados del embarazo. Se ha observado que las mujeres embarazadas que trabajan en estas carreras, que exigen largas horas de trabajo y, en el caso de los médicos, particularmente los cirujanos, largos periodos de pie y situaciones de alto estrés, pueden experimentar efectos en su embarazo, incluyendo embarazos más cortos y menor peso al nacer en comparación con otras ocupaciones.
El estudio ha determinado que hay una diferencia en los resultados de los nacimientos, aunque los efectos identificados no son de magnitud considerable. Esto sugiere que, si bien hay una correlación entre el estrés laboral y ciertos resultados negativos en el parto, estos no son alarmantemente significativos. Los médicos tienden a tener un peso al nacer un 2,3% menor y una duración del embarazo un 0,3% más corta que los abogados. Para los cirujanos, la situación es ligeramente más desafiante, con una duración del embarazo aproximadamente 0,9% más corta y una 32% mayor probabilidad de parto prematuro comparado con los médicos no cirujanos.
Este descubrimiento abre el diálogo sobre cómo los entornos laborales y las condiciones de trabajo, particularmente en profesiones de alto estrés, pueden afectar a las mujeres embarazadas. Aunque el estudio aún no ha sido revisado por pares, sus hallazgos preliminares indican la necesidad de una mayor investigación sobre cómo adaptar los entornos de trabajo para apoyar mejor a las mujeres embarazadas en todas las profesiones.