El impacto de ciertas prácticas, como el ejercicio y el ayuno, sobre la salud celular ha sido objeto de estudio en la comunidad científica. Recientes investigaciones del Instituto Blavatnik de la Facultad de Medicina de Harvard (HMS) han arrojado luz sobre el papel de estas actividades en la activación de sistemas celulares encargados de eliminar proteínas que ya no son funcionales o que están dañadas.
El estudio, publicado en PNAS, destacó la influencia de las fluctuaciones hormonales como respuesta a cambios fisiológicos. Estas fluctuaciones juegan un papel clave en la activación de mecanismos que buscan preservar la salud de la célula, asegurándose de que se eliminen las proteínas que no contribuyen positivamente a su funcionamiento.
Alfred Goldberg, quien lideró el estudio y es profesor de biología celular en el mencionado instituto, señaló la existencia de un proceso incorporado que impulsa el sistema molecular encargado de desechar proteínas innecesarias. Esta eficiencia en la "limpieza" de la célula es fundamental para su adaptabilidad ante nuevas condiciones.
No obstante, cuando este mecanismo no funciona correctamente, puede dar lugar a la acumulación de proteínas mal estructuradas que obstaculizan el funcionamiento de la célula. Con el tiempo, esto puede dar origen a condiciones médicas serias, incluyendo afecciones neurodegenerativas. Un ejemplo prominente de un sistema que las células emplean para esta eliminación es la vía ubiquitina-proteosoma, que se encarga de marcar y posteriormente destruir proteínas dañadas.
La investigación anterior de este grupo se centró en la regulación de la degradación hiperactiva de proteínas, y sus hallazgos anteriores destacaron la posibilidad de usar agentes farmacológicos para mejorar la eliminación de proteínas tóxicas. Sin embargo, este reciente descubrimiento enfatiza el potencial de los cambios hormonales y estados fisiológicos en regular este proceso sin la intervención de medicamentos.
Por último, este trabajo sugiere la posibilidad de desarrollar tratamientos que fortalezcan la capacidad de las células para eliminar proteínas innecesarias. Como mencionó el investigador principal del estudio, Jordan VerPlank, las soluciones podrían no requerir diseñar nuevas moléculas, sino más bien estimular las habilidades preexistentes de las células.
Goldberg concluyó que esta investigación presenta un enfoque innovador para activar la "aspiradora celular", y enfatizó el potencial de aprovechar procesos endógenos naturales en futuros tratamientos.
Fuente: Instituto Blavatnik de la Facultad de Medicina de Harvard.