El desplome en la demanda de acero en China, que ha caído más del 10% desde 2020, está generando inquietud entre los grandes actores de la industria, según lo señalado en informes recientes.
La crisis en el sector inmobiliario del país ha intensificado esta situación, impactando directamente a la industria siderúrgica y afectando a empresas clave en la cadena de suministro.
La desaceleración en la producción de acero y la caída en los precios de referencia han llevado a un escenario de fuerte competencia entre las acerías, tanto a nivel nacional como internacional.
La industria enfrenta un entorno marcado por una oferta robusta, una demanda débil, costos elevados y precios bajos. Este panorama ha obligado a las acerías a ajustar su producción y a enfrentar un mercado cada vez más competitivo.
Las principales empresas del sector han manifestado su preocupación ante la situación. Mientras algunas han logrado mantener beneficios relativamente saludables, las perspectivas a mediano plazo parecen sombrías.
La producción de acero en China se ha estabilizado en niveles elevados, pero la crisis en la demanda sugiere que los desafíos persistirán en los próximos años.
En respuesta a este contexto, las grandes empresas están evaluando sus estrategias, con algunas buscando diversificar sus operaciones hacia otros sectores, como el cobre.
Sin embargo, la situación para muchas acerías más pequeñas sigue siendo incierta, con presiones para reducir la producción si los precios continúan cayendo.