Julio ha marcado un hito en la historia climática al ser el mes más cálido jamás registrado.
Por primera vez, las temperaturas mundiales de julio superaron el límite de 1,5 ºC del Acuerdo de París, lo que ha llevado a una reducción sin precedentes del hielo en la Antártida.
Este aumento de calor ha tenido efectos visibles: olas de calor en el hemisferio norte, incendios devastadores en Canadá y Grecia, y condiciones inusualmente secas en Europa.
Estos datos provienen del Servicio de Cambio Climático Copernicus, que utiliza innumerables mediciones de satélites y estaciones meteorológicas de todo el mundo para monitorear el clima.