El Gobierno argentino ha publicado en el Boletín Oficial los detalles para la implementación de las letras de regulación monetaria, según lo informado por Bloomberg Línea.
La medida autoriza al Poder Ejecutivo a emitir la Letra Fiscal de Liquidez (LeFi) por un año, con un monto total de 20 billones de pesos.
Esta letra será transferible y negociable únicamente entre el Banco Central y las entidades financieras.
El decreto establece el canje de instrumentos de deuda entre el Ministerio de Economía y el Banco Central, revelando algunas condiciones de las nuevas letras que emitirá el Tesoro.
El objetivo es absorber el remanente de pases pasivos y cerrar una de las principales fuentes de emisión monetaria. La LeFi capitalizará a la tasa de política monetaria informada por el Banco Central.
La Letra Fiscal de Liquidez será registrada a valor técnico en los estados contables de la autoridad monetaria.
El Banco Central podrá realizar operaciones de compra y venta de la LeFi con las entidades financieras a valor técnico. Además, el Ministerio de Economía, a través de la Secretaría de Hacienda, cubrirá el costo financiero de las operaciones que el Banco Central realice para el manejo de la liquidez.
La implementación de las letras de regulación monetaria permitirá al Gobierno poner en marcha la fase dos de su programa de estabilización, anunciada recientemente por el ministro Luis Caputo y el titular del Banco Central, Santiago Bausili.
Esta etapa apunta a eliminar la emisión de pesos para pagar los intereses de los pasivos remunerados del Banco Central.
Según las últimas estadísticas oficiales del Banco Central, los bancos aún tienen ARS 13,3 billones colocados en pases pasivos, de los cuales casi un 60% están en manos de entidades privadas.
La migración de este stock de deuda remunerada del Banco Central a instrumentos del Tesoro permitirá cerrar la emisión endógena que, según el presidente Javier Milei, generó un déficit cuasifiscal del 10% del PBI en 2023.
Tras las sucesivas bajas de la tasa de política monetaria aprobadas por el Banco Central desde diciembre, el peso de los intereses de deuda de los pasivos remunerados se redujo de ARS 2,4 billones mensuales en noviembre a algo más de ARS 552.000 millones en junio.
Desde este mes, el Gobierno espera recortar al máximo las necesidades de emisión, transfiriendo el peso de esos intereses de deuda al Tesoro, lo cual refuerza el compromiso fiscal del Gobierno, según Caputo y Bausili.