Según un artículo de The New York Times, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha presentado una demanda contra Adobe, alegando que la compañía dificultaba la cancelación de suscripciones a su software, como Photoshop e Illustrator.
La demanda sostiene que Adobe ocultó los detalles de una costosa tarifa de cancelación, presentándolos en letra pequeña y detrás de cuadros de texto e hipervínculos opcionales.
La demanda señala que tanto el sitio web de Adobe como sus representantes de servicio al cliente hicieron que el proceso de cancelación fuera más complicado.
El gobierno afirmó que Adobe es consciente de las barreras que enfrentan los consumidores cuando intentan cancelar sus suscripciones.
Este desafío sigue a una demanda similar de la Comisión Federal de Comercio contra Amazon el año pasado. En esa ocasión, el gobierno argumentó que Amazon dificultaba a los clientes cancelar sus membresías Prime.
La agencia ha propuesto nuevas reglas de “hacer clic para cancelar”, que exigirían a las empresas ofrecer una manera fácil de dejar de pagar por un producto.
Los esfuerzos para penalizar a las empresas con suscripciones difíciles de cancelar se enmarcan en una iniciativa más amplia de los reguladores federales para controlar el poder de las grandes tecnologías.
El Departamento de Justicia y la FTC han presentado demandas antimonopolio contra otras grandes empresas tecnológicas, acusándolas de sofocar la competencia.
En la demanda contra Adobe, el Departamento de Justicia argumenta que la empresa tomó medidas para bloquear a los consumidores en suscripciones anuales facturadas en incrementos mensuales.
El precio total del plan se mostraba en negrita, mientras que la referencia a la tarifa de cancelación aparecía en texto en cursiva más clara.
Los consumidores debían hacer clic en un enlace separado para ver los detalles de la tarifa de cancelación anticipada, que costaba la mitad de los pagos restantes y se aplicaba si un cliente cancelaba durante el primer año.
Según la demanda, los consumidores se quejaron ante Adobe y el Better Business Bureau sobre la tarifa de cancelación.
Además, encontrar la opción para cancelar en el sitio web de Adobe resultaba difícil y, en muchos casos, la línea de servicio al cliente de la empresa cortaba llamadas o devolvía a los clientes entre representantes.
El gobierno señala que en numerosos casos, los suscriptores que solicitaron cancelar a través del servicio de atención al cliente de Adobe creyeron haber cancelado con éxito, pero continuaron recibiendo cargos.
Algunos de estos suscriptores no se dieron cuenta durante meses de que Adobe seguía cobrándoles y solo se enteraron de los cargos al revisar sus cuentas financieras.