Según reportes recientes recopilados por Yahoo Finance, la propuesta de imponer aranceles adicionales mencionada por Donald Trump ha generado un nuevo debate en el ámbito comercial durante la campaña electoral de 2024.
Trump sugirió la implementación de aranceles del 10 al 20 por ciento sobre los productos importados, lo que ha suscitado diversas reacciones entre los expertos y actores políticos.
Durante una aparición pública en Pensilvania, Trump expresó su intención de imponer aranceles recíprocos a los socios comerciales de Estados Unidos.
Esta propuesta es parte de su agenda de política comercial que ha sido recurrente desde su primer mandato, donde estableció aranceles significativos contra China y otros socios comerciales.
Trump argumentó que estos aranceles servirían como una medida de reciprocidad en las relaciones comerciales internacionales.
Sin embargo, la idea ha sido recibida con escepticismo por parte de economistas y expertos en comercio, quienes advierten que estos aranceles podrían ser absorbidos por los importadores estadounidenses y, en última instancia, trasladados a los consumidores a través de precios más altos.
El debate sobre los aranceles también ha involucrado a otros actores políticos. Kamala Harris, entre otros demócratas, ha criticado la propuesta, describiéndola como un "impuesto nacional sobre las ventas".
En su discurso, Harris argumentó que esta medida podría elevar los precios de bienes de consumo esenciales, afectando a los consumidores estadounidenses.
Por su parte, el presidente Joe Biden también se refirió a la propuesta durante un evento en Chicago, subrayando que un arancel del 10% sobre las importaciones podría tener un impacto significativo en los precios de alimentos, gasolina y ropa.
Esta crítica se alinea con las preocupaciones de muchos expertos que han estudiado los efectos potenciales de la política arancelaria en la economía doméstica.
Numerosos expertos han expresado su preocupación por los efectos de la propuesta arancelaria.
Ashley Craig, un abogado comercial en Washington, DC, señaló que los aranceles propuestos podrían tener consecuencias económicas adversas, ya que los costos de importación suelen ser asumidos por los consumidores a través de aumentos en los precios de los productos.