El Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) de Bolivia informó que los incendios forestales han impactado 9,8 millones de hectáreas hasta la fecha.
De esta superficie, el 61% corresponde a bosques y el 39% a pastizales. Además, el 27% de las hectáreas afectadas se encuentran dentro de áreas protegidas.
El departamento de Santa Cruz es el más afectado, representando el 68% de la superficie quemada. Le siguen Beni con el 28% y La Paz con el 3%.
Este incremento en las hectáreas quemadas refleja un aumento de 6 millones de hectáreas en un mes, comparado con las 3,8 millones registradas hasta septiembre.
Un total de 2,7 millones de hectáreas de las áreas afectadas pertenecen a medianas y grandes compañías.
En la segunda semana de octubre, los incendios llegaron al Parque Nacional Madidi, una de las áreas protegidas con mayor biodiversidad en Bolivia, lo que provocó la movilización de comunidades indígenas para su defensa.
Los incendios han generado un aumento en los precios de ciertos productos, como el pollo.
La mortalidad de aves debido a la humareda ha reducido la oferta de carne, elevando su costo en regiones como Santa Cruz y Cochabamba.
Según la Asociación Departamental de Avicultores de Santa Cruz, la mortalidad avícola ha pasado de un promedio del 7% a entre el 10% y 11%, resultando en 2,3 millones de aves menos disponibles en el mercado.
La Fundación Tierra reportó que hasta el 30 de septiembre se habían afectado 10,1 millones de hectáreas por incendios forestales en Bolivia, superando el récord de 5,3 millones de hectáreas registrado en 2019.
Además, la fundación señaló que, aunque la mayoría de los incendios son consecuencia de la sequía, algunos fueron provocados por actividades humanas como desmontes y ocupaciones de hecho.