El conflicto entre Israel y Hezbolá ha intensificado las tensiones en Líbano tras nuevos episodios de violencia. El 18 de septiembre, una serie de explosiones de dispositivos de telecomunicaciones, incluidos walkie-talkies, resultaron en la muerte de nueve personas y más de 300 heridos en Beirut y áreas cercanas.
Las detonaciones ocurrieron en varios puntos de la capital libanesa y zonas aledañas, coincidiendo con funerales organizados por Hezbolá para honrar a las víctimas del día anterior.
Las autoridades locales informaron que la mayoría de los heridos fueron miembros del grupo militante, aunque también hubo víctimas civiles.
Hezbolá y el gobierno libanés han señalado a Israel como responsable del ataque, mientras que Israel no ha confirmado ni desmentido su participación en los incidentes.
Las explosiones, que incluyeron la detonación de varios walkie-talkies de forma simultánea, han generado preocupación por una posible escalada en la región.
El aumento de las tensiones entre Israel y Hezbolá, junto con la guerra en curso entre Israel y Hamás en Gaza, ha llevado a decenas de miles de personas a abandonar sus hogares en el norte de Israel y el sur de Líbano.
La diplomacia internacional, liderada por Estados Unidos, busca evitar una escalada mayor del conflicto, aunque la situación sigue siendo tensa.