Después de que la Agencia Estadounidense Antidroga (DEA) propusiera un cambio en la clasificación de la marihuana, se observó un aumento en el valor de las acciones de las empresas vinculadas al cannabis. Este ajuste implicaría la reubicación de la marihuana a una categoría que indica un menor riesgo asociado, comparada con otras sustancias que actualmente comparten su clasificación.
Con el cambio propuesto, se eliminarían ciertas cargas fiscales que actualmente enfrentan las empresas de cannabis. Este ajuste en la clasificación podría resultar en un alivio fiscal significativo para estas empresas, lo cual tendría un impacto directo en sus operaciones y estructura de costos.
La recomendación de la DEA ha capturado la atención de inversores y analistas del sector financiero. En particular, se ha observado un repunte en la compra de acciones de las empresas de cannabis, que se han incrementado este año y han mostrado un desempeño superior al del Índice S&P 500. Analistas destacan que este cambio podría fomentar una mayor inversión institucional en la industria del cannabis.
La reclasificación aún está bajo revisión y fue motivada por una iniciativa de la administración actual. Los expertos sugieren que este cambio podría facilitar futuras medidas legislativas relacionadas con la banca y financiamiento para empresas dentro de esta industria.
Analistas de firmas de inversión como Jefferies han comentado sobre el potencial impacto positivo en el flujo de caja de las empresas de cannabis, debido a la reducción de impuestos y otros obstáculos financieros. Sin embargo, aún se espera que se tomen decisiones legislativas que acompañen la recomendación de la DEA para que se materialicen estos beneficios.