El amoníaco es un compuesto químico compuesto por nitrógeno e hidrógeno, de fórmula NH3. Se presenta como un gas incoloro con un olor característico fuerte y penetrante. Es ampliamente utilizado en la industria para la producción de fertilizantes, productos de limpieza, y como refrigerante en sistemas de refrigeración industrial, entre otros usos. A pesar de su utilidad, el amoníaco es considerado una sustancia peligrosa debido a su toxicidad y reactividad.
La peligrosidad del amoníaco se debe a sus efectos corrosivos y su capacidad para causar quemaduras químicas tanto en tejidos vivos como en materiales. La inhalación de vapores de amoníaco puede provocar irritación en las vías respiratorias, dificultades para respirar, tos y en casos graves, edema pulmonar. El contacto con la piel o los ojos puede causar quemaduras severas.
Primeros auxilios en caso de accidente con amoníaco:
Enjuague con agua: En caso de contacto con la piel o los ojos, se debe enjuagar la zona afectada con agua corriente durante al menos 15 a 20 minutos. Esto ayuda a diluir y remover el amoníaco, reduciendo la posibilidad de quemaduras químicas.
No inducir el vómito: Si la exposición al amoníaco ha sido a través de la ingestión, no se debe inducir el vómito. Esto puede causar más daño al esófago y a la boca.