Un análisis reciente de JP Morgan destaca la importancia de conocer el valor de una empresa privada, especialmente al planificar la sucesión empresarial.
A diferencia de las empresas que cotizan en bolsa, donde los datos del mercado están disponibles, determinar el valor de un negocio privado puede ser más complejo.
Muchos propietarios tienden a sobrevalorar su empresa, lo que puede llevar a expectativas poco realistas respecto a su valor en el mercado.
Es frecuente que los dueños de empresas no tengan experiencia en valoración y su percepción pueda influir en el valor que asignan a su negocio.
Sin una valoración profesional, esto podría generar desilusiones. Por ello, es esencial contar con una evaluación objetiva antes de llevar a cabo un proceso de sucesión o venta de la empresa.
Conocer el valor real del negocio no solo permite ajustar expectativas, sino también tomar decisiones financieras con mayor precisión a lo largo de la vida de la empresa.
La valoración de un negocio debe contemplar varios elementos clave:
Existen diferentes enfoques que pueden utilizarse para valorar una empresa privada:
Cada uno de estos métodos puede proporcionar una visión distinta del valor del negocio, y es común que los profesionales revisen varios para obtener una evaluación más precisa.
JP Morgan recomienda que, para obtener una valoración formal y adecuada a los objetivos del propietario, se consulte con tasadores profesionales.
Esto es crucial no solo para cumplir con las normativas fiscales, sino también para asegurar que el valor refleje de manera precisa el propósito de la valoración, ya sea una venta, una transferencia a familiares o cualquier otra finalidad.