Durante el reciente debate presidencial, Donald Trump reiteró su apoyo a la decisión de la Corte Suprema de devolver la regulación del aborto a los estados.
Trump señaló que hace cincuenta y un años, tanto demócratas como republicanos, así como líderes religiosos, querían que el tema regresara al ámbito estatal. Trump destacó que designó a tres jueces de la Corte Suprema que votaron a favor de anular, cumpliendo con esta demanda histórica.
Trump también enfatizó su apoyo a las excepciones para casos de violación, incesto y peligro para la vida de la madre.
Subrayó que cree firmemente en estas excepciones y considera que son un aspecto crucial de su postura sobre el aborto. Indicó que, aunque algunos no comparten esta visión, es importante seguir las convicciones personales y, al mismo tiempo, ser electos para poder influir en la legislación.
Trump comentó sobre la diversidad de decisiones que los estados han tomado tras la devolución del tema del aborto a nivel estatal.
Mencionó ejemplos como Ohio y Kansas, donde los resultados fueron más liberales de lo esperado, y contrastó con Texas, donde las políticas son diferentes. Según Trump, el país está en proceso de abordar y resolver este tema a través de las decisiones tomadas por cada estado.
En sus declaraciones, Trump también criticó lo que considera posiciones radicales en el debate sobre el aborto.
Mencionó que algunas personas están a favor de permitir abortos en etapas avanzadas del embarazo, e incluso después del nacimiento, refiriéndose a declaraciones de un exgobernador de Virginia sobre el tratamiento de bebés nacidos vivos.