Investigadores de Harvard han desarrollado un tratamiento innovador para revertir la caída del cabello causada por la alopecia areata, utilizando un parche con microagujas que permite tratar las áreas afectadas sin dolor y sin debilitar el sistema inmunológico.
La alopecia areata provoca la caída del cabello cuando las células T atacan los folículos pilosos por error.
Para restaurar el control sobre estas células inmunes hiperactivas, los investigadores administraron reguladores de células T directamente a los sitios de pérdida de cabello utilizando un parche con microagujas.
Los resultados, publicados en Advanced Materials, mostraron un aumento significativo y duradero en el crecimiento del cabello en modelos de ratones con esta enfermedad.
El nuevo enfoque permite una administración precisa y localizada de medicamentos a través de la capa externa de la piel, evitando la estimulación de los receptores del dolor ubicados más profundamente.
Este método es más efectivo que las cremas tópicas y no requiere suprimir todo el sistema inmunológico, lo que reduce el riesgo de infecciones.
El estudio reveló que las células T reguladoras (T-regs) no logran proteger los folículos pilosos en la alopecia areata.
Los inmunosupresores actuales se dirigen tanto a las células T como a las T-regs, sin abordar el problema central, y aumentan el riesgo de recurrencia de la enfermedad una vez que se detiene el tratamiento.
En cambio, el nuevo tratamiento restaura localmente la actividad inmune en los sitios de pérdida de cabello al aumentar los niveles de T-regs.
El parche de microagujas se probó en ratones modelos de alopecia, con aplicaciones realizadas 10 veces durante tres semanas y más de ocho semanas de observación.
Se observó un nuevo crecimiento del cabello tres semanas después del inicio del tratamiento. Además, los parches demostraron buena estabilidad durante su vida útil, mejorando las perspectivas para su traducción clínica.
Aunque el tratamiento no está listo para uso clínico, los investigadores continúan desarrollándolo y probándolo.
Están explorando la posibilidad de aplicar este enfoque a otras enfermedades de la piel inmunomediadas, como el vitíligo y la psoriasis.
Las microagujas ofrecen una vía prometedora para la administración localizada y dirigida de terapias a la piel, permitiendo una modulación efectiva de la respuesta inmune y minimizando los efectos secundarios sistémicos.