El Poder Oculto de los Snacks
Cada vez que alcanzamos un paquete de galletas o una bolsa de papas fritas durante una tarde de trabajo o una noche frente al televisor, es posible que no estemos considerando cómo esa elección afecta nuestra salud general. Sin embargo, investigadores del prestigioso Kings College de Londres han arrojado luz sobre el profundo impacto que tienen nuestros bocadillos diarios en nuestra salud.
Aunque mucha gente hace un esfuerzo consciente por consumir comidas principales nutritivas, se descubrió que muchos están contrarrestando esos beneficios con lo que eligen comer entre horas. El estudio reveló un hallazgo sorprendente: aproximadamente uno de cada cuatro individuos estaba consumiendo bocadillos altamente procesados, lo que efectivamente anulaba los beneficios de sus comidas saludables. Esta elección estaba vinculada a un mayor índice de masa corporal (IMC) y niveles elevados de azúcar en sangre.
Aspectos clave a considerar:
La frecuencia de los snacks no tuvo un efecto directo sobre las grasas en la sangre y la presión arterial.
Los alimentos altamente procesados suelen contener niveles elevados de azúcares, sales y grasas saturadas en comparación con opciones menos procesadas.
Optar por bocadillos nutritivos como frutas frescas, nueces y barras de granola mejora la salud metabólica.
En particular, el momento en que elegimos tener esos snacks también es crucial. Comer tarde en la noche, especialmente después de las 9 p.m., presentó implicaciones más negativas para la salud en comparación con aquellos que optaron por un bocadillo más temprano en el día.
Las personas que consumían la mayoría de sus snacks por la noche mostraban niveles más elevados de azúcar en la sangre y concentraciones más altas de grasa en sangre que aquellos que comían más temprano. Este hallazgo es esencial para quienes buscan mantener una salud óptima.
Fuente: Kings College de Londres