El mercado alcista de Wall Street ha alcanzado su segundo aniversario, continuando una tendencia que comenzó el 12 de octubre de 2022.
Según datos de Bloomberg, el índice S&P 500 ha subido un 60% y ha registrado 45 máximos históricos durante este periodo.
Desde 1950, los ciclos alcistas en los mercados bursátiles han tenido una duración promedio de 5,5 años y una mediana de cinco años, con una rentabilidad media que supera el 191%.
Estos datos sugieren que el mercado actual podría estar en una fase prolongada, respaldada por una fuerte rentabilidad histórica.
Goldman Sachs ha ajustado sus expectativas, elevando su objetivo para el S&P 500 a 6000 puntos a fin de año y a 6300 puntos a doce meses.
No obstante, se ha señalado que las valoraciones actuales podrían limitar el crecimiento del índice en 2025.
Un informe de Mirabaud, un holding financiero suizo, advierte sobre la posible volatilidad a corto plazo debido a la incertidumbre geopolítica y las elecciones en Estados Unidos.
A pesar de esto, el informe destaca que los fundamentos económicos, como el crecimiento del PIB y las ganancias corporativas, siguen siendo factores clave para el desarrollo del mercado.
El análisis de Mirabaud señala que las perspectivas de crecimiento, las tasas de interés y las ganancias corporativas serán determinantes en la dirección futura de los mercados bursátiles.
Además, el estudio de Bank of America (BofA) indica que desde el recorte de 50 puntos básicos de la Reserva Federal en septiembre, ha aumentado la posibilidad de un escenario de "no aterrizaje", lo cual es considerado alcista para las acciones, siempre y cuando la inflación se mantenga controlada.
Según BofA, en un contexto de inflación contenida, la relación entre los tipos de interés y las acciones debería ser positiva.
El recorte de la Reserva Federal en un entorno de crecimiento de beneficios por acción sugiere que los sectores cíclicos podrían tener un mejor rendimiento que los defensivos.