El National Post informó que el gobierno canadiense ha decidido disminuir el objetivo anual de residentes permanentes a aproximadamente 395,000 para el próximo año.
Este ajuste representa una reducción del 21% respecto al objetivo de 500,000 establecido el año anterior.
Las cifras también se ajustarán a 380,000 en 2026 y a 365,000 en 2027. Estas modificaciones serán presentadas oficialmente al Parlamento próximamente, según fuentes gubernamentales.
Los residentes permanentes juegan un papel esencial en el sistema de inmigración de Canadá, orientado a atraer a trabajadores jóvenes y altamente calificados para sostener una fuerza laboral que envejece rápidamente.
La reducción en las metas busca equilibrar la entrada de nuevos residentes con las necesidades económicas del país.
Tras la relajación de las restricciones de viaje en 2022, Canadá experimentó una oleada de inmigración que resultó en un aumento récord de la población.
Este incremento causó escasez de viviendas, aumento de los precios de alquiler, presión sobre los servicios públicos y un incremento en la tasa de desempleo.
Una encuesta reciente reveló que los canadienses no habían mostrado tanta oposición a los niveles de inmigración en los últimos 25 años.
Este cambio refleja las tensiones sociales y económicas derivadas del rápido crecimiento poblacional por la inmigración.
En los últimos años, la mayoría de la inmigración en Canadá ha sido impulsada por estudiantes y trabajadores temporales que buscan obtener la residencia permanente posteriormente.
Este grupo no ha sido el más numeroso en comparación con otros tipos de inmigrantes.
Paralelamente, el Banco Central de Canadá está ajustando su política monetaria para controlar la demanda y estabilizar los precios.
Estas medidas buscan mantener la inflación dentro de los objetivos establecidos, respondiendo a las condiciones económicas actuales.