
De acuerdo con datos de la Bolsa de Metales de Londres citados por Bloomberg, el precio del cobre alcanzó un máximo intradía de 10.294 dólares por tonelada, antes de retroceder a 10.210 dólares, acumulando un incremento del 2,2% en la semana.
El repunte estuvo asociado a incidentes que afectaron la oferta mundial. En Indonesia, un accidente en la mina Grasberg derivó en la declaración de fuerza mayor sobre los suministros contratados.
En paralelo, en Perú se produjo el cierre temporal de un molino de Hudbay Minerals, lo que redujo la disponibilidad del mineral en el mercado internacional.
Analistas del sector señalan que el mercado del cobre sigue expuesto a interrupciones en la producción, lo que genera episodios de volatilidad en los precios.
Los incidentes en Sudamérica se suman a otros problemas registrados durante este año y evidencian la sensibilidad del mercado frente a contratiempos de producción.

Mientras tanto, China expande rápidamente su capacidad de fundición de cobre, lo que ha llevado las tarifas de procesamiento a mínimos históricos.
Los principales fundidores del país asiático han solicitado a las autoridades reforzar los controles sobre la nueva capacidad, advirtiendo que la competencia está afectando la sostenibilidad de la industria.
Al cierre de la jornada en Londres, el cobre retrocedió un 0,5% respecto al máximo alcanzado, situándose en 10.210,50 dólares por tonelada.