Durante los dos primeros meses del año, el gasto combinado del presupuesto público general y la cuenta de fondos del gobierno de China alcanzó los 5,65 billones de yuanes (equivalentes a US$779.000 millones), lo que representa un incremento del 2,9 % en comparación con el mismo periodo del año anterior.
La información se basa en datos oficiales del Ministerio de Finanzas chino procesados por medios especializados.
Este monto equivale a aproximadamente el 13,38 % del gasto total proyectado por el gobierno para todo el ejercicio fiscal, y se posiciona como el inicio de año más bajo desde 2022 en términos de ejecución presupuestaria.
Los ingresos fiscales y no fiscales totalizaron 5,02 billones de yuanes, lo que implica una caída del 2,9 % interanual.
Según estimaciones privadas, la recaudación del sector inmobiliario tuvo una fuerte contracción del 11,4 %, mientras que las ventas de terrenos por parte de los gobiernos locales disminuyeron un 15,7 %.
Además, el crecimiento de los ingresos no fiscales se redujo con fuerza luego de que en diciembre de 2024 se registraran transferencias extraordinarias de utilidades de empresas estatales, situación que no se repitió en el inicio del nuevo ejercicio.
La decisión de ralentizar la ejecución del gasto estaría relacionada con la intención de preservar recursos fiscales ante la posibilidad de mayores impactos derivados del aumento de aranceles estadounidenses y otras tensiones externas.