El Poder Ejecutivo ha decidido eliminar las tarifas aplicadas en las terminales portuarias de la Administración Nacional de Navegación y Puertos (ANNP) donde se encuentran las áreas de control integrado (ACI).
Esta medida busca reducir la burocracia y otorgar mayor competitividad a las industrias y al comercio.
Mediante el Decreto Nº 2043, el presidente de la República, Santiago Peña, derogó el Decreto Nº 1.306/2003, que ampliaba el artículo 1 del Decreto Nº 16.217/2002 y establecía tarifas en las terminales portuarias de la ANNP.
Esta decisión fue comunicada en conferencia de prensa por la vocera presidencial, quien explicó que la medida tiene como objetivo dinamizar el comercio exterior y la economía nacional.
La normativa anterior estaba afectando la competitividad del comercio exterior al aumentar los costos logísticos y comerciales.
La vocera presidencial indicó que, tras una consulta con la ANNP y un examen exhaustivo por parte del Ministerio de Obras Públicas, se resolvió derogar el decreto que establecía dichas tasas. Esta medida no representa un prejuicio para la ANNP.
El documento también autoriza a Puertos a tomar las acciones necesarias para el cumplimiento de lo mencionado, incluyendo la baja de sistemas informáticos o físicos y la liquidación en concepto de las tarifas derogadas.
Además, se dejarán sin efecto aquellas resoluciones que contradigan lo establecido por el presidente.
La ministra de Obras Públicas remarcó que el objetivo del gobierno es otorgar mayor competitividad al comercio, eliminando los costos a la importación y exportación. Según ella, esta normativa permitirá agilizar procesos y decisiones, apoyando a las industrias nacionales.
El ministro de Industria y Comercio explicó que las tarifas portuarias tenían un costo promedio de 80 a 100 dólares por camión, dependiendo del tamaño.
Estas tasas eran abonadas por las empresas importadoras y exportadoras de Paraguay.
Con la eliminación de estas tarifas, se espera dotar a las industrias y comercios de mayor competitividad, reduciendo la burocracia y otros costos complementarios, beneficiando finalmente al consumidor.