Según un informe reciente del Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque la inflación global muestra signos de desaceleración, se requiere un cambio significativo en las políticas económicas para enfrentar los desafíos actuales.
El FMI señala que, a pesar de que la inflación mundial podría disminuir al 3,5% para finales del próximo año, se necesita un triple ajuste en las políticas económicas para mantener la estabilidad financiera y promover el crecimiento sostenible.
Se proyecta que el crecimiento económico global se mantenga en un 3,2% en 2024 y 2025.
Sin embargo, algunas economías de ingresos bajos y en desarrollo han experimentado revisiones a la baja en sus perspectivas de crecimiento, a menudo debido al aumento de conflictos regionales.
El primer ajuste propuesto es en la política monetaria. Desde junio, los principales bancos centrales han comenzado a reducir las tasas de interés, avanzando hacia una postura neutral.
Este movimiento busca apoyar la actividad económica en un contexto donde los mercados laborales muestran señales de enfriamiento.
No obstante, el FMI advierte que es crucial mantener la vigilancia, ya que la inflación en el sector servicios sigue siendo elevada, casi duplicando los niveles anteriores a la pandemia.
Además, algunas economías emergentes enfrentan un resurgimiento de las presiones inflacionarias y han incrementado nuevamente las tasas de interés.
El segundo ajuste se refiere a la política fiscal. El FMI enfatiza la importancia de estabilizar la dinámica de la deuda y reconstruir los márgenes fiscales después de años de políticas expansivas.
Aunque la reducción de las tasas de interés alivia parcialmente los costos de financiamiento, no es suficiente debido a que las tasas reales a largo plazo permanecen por encima de los niveles previos a la pandemia.
El organismo internacional destaca que retrasar la consolidación fiscal aumenta el riesgo de ajustes desordenados impuestos por el mercado, mientras que un ajuste fiscal abrupto podría ser perjudicial para la economía.
Por ello, recomienda implementar ajustes plurianuales sostenidos y creíbles.
El tercer ajuste propuesto es en favor de reformas que impulsen el crecimiento y aumenten la productividad.
El FMI indica que, para enfrentar desafíos como el envejecimiento poblacional, la transición climática y mejorar la vida de los más vulnerables, es necesario intensificar los esfuerzos en políticas que fomenten la innovación, la competencia y la inversión privada.
Las perspectivas de crecimiento a mediano plazo siguen siendo débiles, con una proyección del 3,1% para los próximos cinco años, la más baja en décadas.
Este panorama se debe en parte a las expectativas más débiles para economías como China, América Latina y la Unión Europea.