El producto interno bruto de Estados Unidos registró un crecimiento anualizado del 2,8% en el tercer trimestre, de acuerdo con la segunda estimación publicada por la Oficina de Análisis Económico.
Este avance fue impulsado principalmente por el gasto del consumidor, que aumentó un 3,5%, el mayor crecimiento registrado en el año.
El gasto de los hogares experimentó una ligera revisión a la baja en comparación con las estimaciones iniciales, debido a una reducción en el consumo de bienes.
Por otro lado, la inversión empresarial mostró un crecimiento más alto que el estimado previamente, con un aumento del 3,8%.
El informe también reflejó que el índice de precios de los gastos de consumo personal, indicador clave para la Reserva Federal, aumentó a una tasa anualizada del 1,5% durante el mismo periodo.
Excluyendo alimentos y energía, este índice subió un 2,1%, ligeramente por debajo de la estimación inicial.
El ingreso interno bruto, que mide los ingresos generados por bienes y servicios, creció un 2,2% en el tercer trimestre, mientras que el promedio entre este indicador y el PIB alcanzó el 2,5%.
Las exportaciones netas y los inventarios restaron puntos porcentuales al crecimiento, limitando la expansión económica en este periodo.
El gasto público mostró un avance anualizado del 5%, impulsado en parte por un aumento cercano al 14% en los gastos de defensa.
Este componente fue uno de los que contribuyó significativamente al crecimiento total de la economía estadounidense.