El gobierno de Estados Unidos oficializó su retiro del Acuerdo de París, una decisión que fue anunciada tras la firma de una orden ejecutiva por parte del presidente.
Según la información publicada por Bloomberg, esta medida se enmarca en la política energética y ambiental que busca modificar compromisos adquiridos en años anteriores.
Con la salida del acuerdo, se suspendió el apoyo financiero a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, estructura que sustenta el pacto internacional.
También se revocó el Plan Internacional de Financiación Climática, que destinaba fondos a países en desarrollo para enfrentar los efectos del cambio climático.
La decisión ha generado diversas reacciones en el ámbito internacional.
Analistas consideran que este retiro podría influir en el equilibrio de poder en las negociaciones climáticas, otorgando mayor protagonismo a China y la Unión Europea en el impulso de tecnologías relacionadas con la energía renovable.
Algunos países han reafirmado su compromiso con los acuerdos climáticos y han señalado que continuarán con sus objetivos de reducción de emisiones, independientemente de la postura adoptada por Estados Unidos.
Además de la salida del Acuerdo de París, el gobierno ha anunciado la revisión de diversas regulaciones ambientales.
La estrategia busca fortalecer la producción de combustibles fósiles, dejando sin efecto algunas políticas federales orientadas a reducir emisiones.