En diciembre de este año, el límite máximo para las tasas de interés consideradas como usurarias ha sido establecido en 30,27% para operaciones en moneda local y 11,28% para transacciones en moneda extranjera. Estas tasas delimitan el máximo permitido para los cobros de interés en préstamos y créditos, según la regulación vigente.
La usura, en términos financieros, se refiere al cobro de intereses sobre préstamos o créditos a tasas excesivamente altas, más allá de lo que se considera justo o legal. Las tasas usurarias no solo representan un costo financiero elevado para los prestatarios, sino que también pueden tener implicaciones legales para los prestamistas.
Las regulaciones sobre la usura buscan proteger a los consumidores y mantener un equilibrio en el mercado financiero, evitando prácticas abusivas que puedan llevar a situaciones de endeudamiento insostenible para los prestatarios. Al establecer límites claros, las autoridades procuran fomentar prácticas de préstamo responsables y evitar la explotación de los consumidores por tasas de interés exorbitantes.