Los datos oficiales publicados el viernes indicaron que los precios al consumidor en Brasil aumentaron un 4,5% interanual al inicio de enero, superando la previsión mediana del 4,36% de una encuesta económica.
En términos mensuales, el incremento fue de 0,11%.
El banco central de Brasil se prepara para aplicar una nueva alza de tasas de interés, lo que llevaría la tasa Selic de referencia al 13,25%.
Esta medida busca controlar la inflación en un contexto marcado por preocupaciones fiscales y fluctuaciones en la moneda brasileña.
El aumento en los precios al consumidor ha estado influenciado por diversos factores.
Entre ellos se encuentran la depreciación del real brasileño frente al dólar, que ha elevado los costos de las importaciones, y las condiciones climáticas adversas, que han impactado los precios de los alimentos.
El gobierno ha anunciado iniciativas para reducir los costos de los alimentos básicos en zonas de bajos recursos, lo que podría ejercer presión adicional sobre el presupuesto público.
Las exenciones fiscales implementadas previamente también han generado inquietudes en el mercado, ya que aumentan el déficit fiscal del país.