El presidente de Brasil fue trasladado a la unidad de cuidados intermedios en un hospital de São Paulo, luego de salir de cuidados críticos.
Según el parte médico, se encuentra lúcido, orientado, come con normalidad y ha podido caminar por los pasillos del hospital.
El presidente fue sometido a una embolización de la arteria meníngea el pasado jueves para detener una hemorragia intracraneal.
Este procedimiento buscó prevenir complicaciones futuras relacionadas con un accidente ocurrido en octubre, cuando sufrió una caída que le provocó una herida en la cabeza.
Aunque la recomendación médica es evitar actividades laborales mientras esté en el hospital, el presidente ha firmado documentos de forma digital y ha mantenido contacto telefónico con algunos de sus asesores, incluido el vicepresidente.
De acuerdo con los médicos, se espera que el presidente sea dado de alta a principios de la próxima semana, siempre que su recuperación continúe de manera favorable.