El resultado inflacionario del mes de julio estuvo influenciado principalmente por los aumentos registrados en los servicios, mientras que las reducciones de precios en alimentos y combustibles ayudaron a atenuar este resultado.
En el sector de servicios y renta, se observaron incrementos en servicio doméstico, reparación de equipos para el hogar, alquileres, lavado de prendas de vestir, servicio de telefonía móvil, internet, TV por cable y servicios ofrecidos en bares y restaurantes.
También hubo aumentos en servicios veterinarios, servicios fotográficos, paquetes turísticos al exterior y alojamiento.
Entre los bienes, se registraron subas en vestimentas y calzados, artículos de higiene para el hogar, productos de cuidado personal, equipos informáticos y muebles para el hogar.
Además, los gastos destinados a la salud mostraron incrementos en productos farmacéuticos, atención médica, atención odontológica y servicios hospitalarios.
Las reducciones más significativas se dieron en los bienes alimenticios como carnes, aceites y mantecas, hortalizas y legumbres, y azúcar.
En el caso de las carnes, el rubro con mayor incidencia fue la carne vacuna, afectada por un mayor nivel de faenamiento y una menor demanda doméstica.
Los sustitutos de la carne vacuna, como carne de aves, carne de cerdo, embutidos y menudencias, también experimentaron disminuciones en sus precios, debido a una mayor oferta.
Por otro lado, dentro de los alimentos se registraron aumentos en productos panificados, harinas y pastas alimenticias, arroz, leche líquida y quesos.
En el sector de combustibles, los componentes que verificaron reducciones fueron el gasoil común y gasoil aditivado, mientras que los precios de la nafta común, nafta super y gas de uso doméstico mostraron aumentos a partir de la segunda mitad del mes de julio.