Según información de medios internacionales, Rusia es anfitriona de una cumbre de tres días en la ciudad de Kazán, que inicia este martes y cuenta con la participación de líderes de 32 países, altos representantes de organizaciones regionales y el secretario general de las Naciones Unidas.
Se espera la asistencia de mandatarios de países miembros del BRICS, incluyendo a las nuevas naciones incorporadas recientemente al grupo: Irán, Egipto, Emiratos Árabes Unidos y Etiopía.
Además, el evento contará con reuniones bilaterales entre el líder ruso y varios de los asistentes, incluyendo invitados especiales de otras naciones.
Aunque el BRICS ha generado interés como contrapeso político y económico a Occidente, existen tensiones respecto a su dirección futura.
Los miembros están divididos en temas como la reducción de la dependencia del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial y la conveniencia de continuar con la expansión del grupo.
Rusia ha presentado iniciativas que incluyen cambios en los pagos transfronterizos entre los países BRICS, con el objetivo de sortear el sistema financiero global actual.
Estas propuestas contemplan el desarrollo de una red de prestamistas comerciales para transacciones en monedas locales y el establecimiento de vínculos directos entre los bancos centrales.
Algunos países miembros, como India, muestran reservas sobre promover el yuan chino como moneda de reserva alternativa y prefieren limitar la expansión del grupo.
Proponen crear una categoría de "países socios" sin derecho a voto para evitar que el BRICS se convierta en un organismo dominado por ciertas potencias.
Varias naciones, entre ellas Malasia, Tailandia, Nicaragua y Turquía, han expresado su deseo de incorporarse al BRICS.
Sin embargo, es poco probable que se llegue a un acuerdo sobre la ampliación durante la cumbre en Rusia.