Según información publicada por el Instituto Nacional de Estadística, los precios al consumo en Chile mostraron una disminución del 0,2% en diciembre, un dato que se posicionó por debajo de todas las proyecciones de una encuesta realizada por Bloomberg, donde la mediana de las estimaciones anticipaba un nivel estable.
Pese a esta caída mensual, la inflación anual registró un incremento hasta el 4,5% durante el mismo periodo.
De acuerdo con el informe oficial, los precios de las bebidas alcohólicas y la ropa experimentaron un descenso del 1,3% mensual en diciembre.
Por otro lado, los alimentos y las bebidas no alcohólicas también disminuyeron, con una variación del 0,9%. Sin embargo, el costo de la energía mostró un aumento del 0,7% en el mismo mes.
El banco central de Chile ha reducido los costos de endeudamiento en 6,25 puntos porcentuales desde mediados de 2023, dejando la tasa de referencia en un nivel del 5%.
A pesar de estas medidas, se estima que la inflación no alcanzará el objetivo del 3% hasta el próximo año.
La autoridad monetaria ha señalado que los futuros ajustes deberán considerar riesgos como el aumento de tarifas eléctricas y la reciente depreciación del peso chileno, que ha caído más del 10% frente al dólar en el último año.
Esta situación incrementa los costos de las importaciones y genera presiones inflacionarias en la economía chilena.
En otros países de América Latina, como Brasil, México y Colombia, también se han enfrentado desafíos para controlar la inflación tras el aumento generalizado de precios observado en el periodo posterior a la pandemia.