Un apagón de gran magnitud impactó este lunes en España y Portugal, afectando el transporte público, aeropuertos y servicios telefónicos en ciudades como Madrid, Barcelona y Lisboa.
La caída repentina del suministro eléctrico provocó la interrupción de semáforos, paralización de trenes y retrasos en los principales aeropuertos, mientras las autoridades activaron planes de contingencia y comenzaron las investigaciones correspondientes.
Los datos de Red Eléctrica muestran que, poco después del mediodía, la demanda de energía en España descendió en más de 10 gigavatios, lo que representa más de un tercio del consumo eléctrico total del país en esa jornada.
El Gobierno español mantuvo una reunión de emergencia en la sede de Red Eléctrica para coordinar acciones, mientras que la operadora de red portuguesa, REN, también informó que realiza investigaciones para esclarecer lo ocurrido.
Entre los factores preliminares analizados figura un exceso de generación solar en la red, fenómeno que ha incrementado los episodios de precios negativos en la energía española en los últimos meses. Sin embargo, hasta ahora no se habían registrado apagones relacionados.
Fuentes cercanas a la investigación no descartan la posibilidad de un ciberataque, aunque hasta el momento no se cuenta con evidencia concluyente.
El apagón afectó gravemente la movilidad urbana, con semáforos apagados y calles congestionadas en las principales ciudades. En Madrid, las autoridades solicitaron minimizar los desplazamientos para facilitar el tránsito de los servicios de emergencia.
El metro de Madrid fue evacuado, los cajeros automáticos en el centro quedaron fuera de servicio y numerosas empresas optaron por enviar a sus trabajadores a sus domicilios.
A pesar de la magnitud del corte, los mercados bursátiles en España y Portugal operaron con normalidad, aunque el Ibex 35 recortó sus ganancias iniciales tras el evento.