Según un comunicado emitido por el Departamento de Estado de Estados Unidos, el secretario de Estado, Marco Rubio, sostuvo una conversación con su homólogo filipino, Enrique Manalo, durante sus primeros días en el cargo. Durante la reunión, se trataron temas de seguridad y cooperación económica.
Rubio expresó que las acciones de China en el mar de China Meridional afectan la paz y la estabilidad de la región y no se alinean con el derecho internacional.
En el comunicado se subrayó el compromiso de Washington de apoyar a Filipinas, en el marco del Tratado de Defensa Mutua firmado en 1951 entre ambos países.
El secretario de Estado destacó la importancia de fortalecer alianzas con países de la región como Japón, India y Australia.
Estas alianzas buscan garantizar un indo-pacífico libre y abierto frente a la creciente influencia de China en la zona.
El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., ha priorizado el fortalecimiento de los vínculos con Estados Unidos, lo que ha permitido el acceso de las fuerzas armadas estadounidenses a más bases filipinas.
Esta postura contrasta con la política de su predecesor, Rodrigo Duterte, quien mantuvo una relación más estrecha con China.
Manila ha rechazado las amplias reivindicaciones de China sobre el mar de China Meridional, que en 2016 fueron declaradas inválidas por un fallo de arbitraje internacional.
Durante el último año, se han registrado enfrentamientos entre embarcaciones filipinas y chinas en las aguas disputadas mientras Filipinas insiste en sus propios reclamos.