La moneda de Brasil registró una fuerte depreciación, lo que llevó al banco central a intervenir nuevamente en los mercados.
Según información de Bloomberg, la entidad vendió más de 3.000 millones de dólares en subastas consecutivas el martes, como parte de su cuarta intervención en apenas tres días.
El real acumula una caída superior al 21% en lo que va del año, siendo la mayor pérdida entre las principales monedas analizadas por la fuente.
La venta masiva de la divisa también impacta en otros activos brasileños, con los bonos estatales en dólares liderando las pérdidas entre mercados emergentes.
Pese a las intervenciones, persisten las dudas sobre la política fiscal del gobierno. Analistas consideran que se requieren ajustes más profundos para enfrentar la situación.
El escepticismo de los inversionistas también se intensificó luego de las recientes medidas anunciadas por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
El plan del mandatario incluyó nuevas exenciones del impuesto a la renta y recortes de gasto por 70.000 millones de reales (11.500 millones de dólares), lo que no logró convencer a los operadores.
En medio de este escenario, los responsables de la política monetaria decidieron elevar las tasas de interés en un punto porcentual, situándolas en el 12,25%.
La autoridad monetaria anticipó nuevos incrementos de magnitud similar para marzo, al considerar que las presiones inflacionarias se están acelerando.
El banco central anunció que continuará monitoreando el impacto de la inflación en los precios y seguirá tomando decisiones en consecuencia.
Expertos coinciden en que las intervenciones cambiarias suelen tener un éxito limitado si no van acompañadas de medidas fiscales concretas.