Los funcionarios de la Reserva Federal decidieron mantener sin cambios la tasa de interés de referencia en un rango de entre 4,25 % y 4,5 % en su última reunión.
Esta es la segunda vez consecutiva que la entidad opta por no modificar su política monetaria.
La decisión se tomó en un contexto de expectativas de menor crecimiento económico y una inflación más elevada.
Además, el comité encargado de la política monetaria indicó que la incertidumbre en torno a las perspectivas económicas ha aumentado, lo que influyó en la determinación de mantener la tasa sin cambios.
Las proyecciones indican que una estrecha mayoría de los funcionarios de la Reserva Federal prevé recortes de medio punto porcentual en las tasas de interés para este año.
Esto implicaría dos reducciones de un cuarto de punto cada una, similar a las estimaciones realizadas en diciembre.
Por su parte, los inversionistas se mantienen atentos a las señales de la Reserva Federal sobre cómo podrían influir las políticas económicas actuales en las decisiones futuras del organismo.
La incertidumbre en los mercados ha generado movimientos en los índices bursátiles, con el S&P 500 registrando una caída superior al 10 % desde mediados de febrero.
En cuanto a las previsiones económicas, la Reserva Federal elevó su estimación de inflación subyacente a 2,8 % para finales de 2025, mientras que redujo la previsión de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 2,1 % a 1,7 %.
Además, se ajustó la estimación del desempleo, que ahora se proyecta en 4,4 % para finales de año, frente al 4,3 % estimado anteriormente.
Los funcionarios han señalado que desean observar una evolución más clara de la inflación antes de considerar nuevos ajustes en las tasas de interés.
Asimismo, los mercados han reaccionado con cautela ante la incertidumbre generada por los cambios en la política económica y las medidas comerciales implementadas recientemente.
Además de la decisión sobre las tasas, la Reserva Federal anunció un cambio en su estrategia de reducción del balance.
A partir de abril, se reducirá de 25.000 millones de dólares a 5.000 millones de dólares el límite mensual de bonos del Tesoro que permite vencer sin reinversión.
En contraste, el límite para los valores respaldados por hipotecas se mantendrá en 35.000 millones de dólares.